jueves, 20 de noviembre de 2008

“E-mail marketing”

Tengo una amiga que es un desastre con las nuevas tecnologías, y con los ordenadores en particular. Cada vez que tiene que instalar cualquier programa o buscar algo por la red me llama para que le ayude a solucionar su problema. Sin embargo, yo tampoco soy muy conocedora de todo lo relativo a estos temas con lo cual siempre acabamos haciendo algo que “no tocaba” y causando un desastre en su precioso portátil.
Hace poco, estando en su casa me comentó que últimamente le llegaban e- mails de varias compañías que ni siquiera conocía. Intenté explicarle que si recibía este tipo de e-mails era porque ella había dado su consentimiento de recibir esta información en algún momento; sin embargo, ella no recordaba haber hecho tal cosa nunca.
En ese momento, me acordé de lo que habíamos comentado en clase: hay muchas empresas que se aprovechan de que cuando nos suscribimos en alguna de sus páginas no nos paramos a leer la letra pequeña y aceptamos, sin más, las condiciones.
Sin embargo, en muchos casos estamos aceptando recibir información comercial por parte de la empresa en cuestión, o incluso, por parte de alguna otra empresa con la que tenga negocios la primera.
Por otro lado, también le dije a mi amiga que en cualquier momento podía hacer una petición a estas empresas para que dejaran de enviarle este tipo de información que no deseaba y que, además, estaban obligadas a que este proceso fuera sencillo y simple.
Mi amiga me hizo caso y ahora ha conseguido eliminar este tipo de e-mails de su bandeja de entrada. Después de lo ocurrido me ha comentado que pondrá más atención a la letra pequeña. Aún así nadie pueda asegurar que no vuelva a recibir estos e- mails, ya que también hay algunas organizaciones que no respetan la protección de datos.

No hay comentarios: