viernes, 28 de noviembre de 2008

"Prometo hacer publicidad, y nada más que publicidad!"

Actualmente, la publicidad ya no es lo que era. Con el tiempo, no le ha quedado más remedio que adaptarse a los cambios comunicativos que han traído consigo las nuevas tecnologías.

Así pues, vemos como los propios mensajes publicitarios han ido evolucionando y ya no se basan en un tipo de comunicación únicamente unidireccional, sino que están apareciendo nuevas tipologías de información que crean un feed- back entre el emisor y el receptor; o, en este caso, entre anunciante y consumidor.

Estamos hablando de la publicidad interactiva, es decir, aquella que consiste en el uso de medios interactivos para incentivar y/o influir en la decisión de compra de los consumidores. Cabe decir, que este tipo de publicidad es propia de medios como Internet, televisión interactiva, teléfonos móviles y terminales adaptados.

Asimismo, es importante decir que ya han aparecido varios ejemplos de este tipo de publicidad, como es el caso de Fairy, marca que incluso ha invertido en un curioso videojuego con el fin que los “más pequeños” de la casa se sientan más cercanos al producto en cuestión.

Por otro lado, y en contra de las expectativas comunicativas de la publicidad, es importante señalar que este nuevo cambio en la interactividad de los consumidores traerá consigo tanto positivas como nefastas consecuencias. En este sentido vemos como una marca tiene mucho poder de crear una fidelidad por parte de su público gracias a estas nuevas técnicas comunicativas; por otro lado, es necesario destacar que cuando el usuario de estas nuevas tecnologías esté interactuando con la publicidad de una marca en concreto, dejará de hacerlo con los mensajes publicitarios de otras. Con lo cual, sólo recibirá unos mensajes publicitarios muy concretos.

Con todo, vemos que los creativos publicitarios deberán esmerarse mucho más por ser creativos y originales, ya que los demás están demostrando que sí lo son.

jueves, 20 de noviembre de 2008

"Juegos Online"


Atrás quedaron los días en que un individuo ocupaba su tiempo libre jugando en casa con su consola o con su ordenador a cualquier juego que en ese momento estuviera de moda. Ahora, este individuo sigue practicando la misma actividad pero sin la sensación de sentirse sólo, ya que aunque físicamente lo esté, puede comunicarse y jugar con otros jugadores gracias a las nuevas tecnologías.


Primero fueron los ordenadores los que nos permitían jugar en red con cualquier otra persona del mundo, pero hace unos años que han aparecido en el mercado consolas que permiten también esta opción. Un ejemplo lo encontramos con la Play Station o con la Xbox. Y la temática de los juegos va desde aquellos relacionados con deportes como el fútbol, como por ejemplo, el famoso Hatrrik o aquellos que implican una guerra como el conocido Call of duty.


Además, hace un tiempo que proliferaron en la red aquellas páginas web que daban la oportunidad al usuario de jugar a cualquier demo de un determinado juego. Éstos suelen ser de tipo plataforma y de una calidad sencilla, pero no por ello menos interesantes para el jugador.


En resumen, se trata de un nuevo ámbito de juego que ya ha enganchado a muchos internautas a los que les gusta compartir su pasatiempo favorito con otras personas. Algo que, aunque no lo parezca, se convierte también en una práctica socializadora.

“E-mail marketing”

Tengo una amiga que es un desastre con las nuevas tecnologías, y con los ordenadores en particular. Cada vez que tiene que instalar cualquier programa o buscar algo por la red me llama para que le ayude a solucionar su problema. Sin embargo, yo tampoco soy muy conocedora de todo lo relativo a estos temas con lo cual siempre acabamos haciendo algo que “no tocaba” y causando un desastre en su precioso portátil.
Hace poco, estando en su casa me comentó que últimamente le llegaban e- mails de varias compañías que ni siquiera conocía. Intenté explicarle que si recibía este tipo de e-mails era porque ella había dado su consentimiento de recibir esta información en algún momento; sin embargo, ella no recordaba haber hecho tal cosa nunca.
En ese momento, me acordé de lo que habíamos comentado en clase: hay muchas empresas que se aprovechan de que cuando nos suscribimos en alguna de sus páginas no nos paramos a leer la letra pequeña y aceptamos, sin más, las condiciones.
Sin embargo, en muchos casos estamos aceptando recibir información comercial por parte de la empresa en cuestión, o incluso, por parte de alguna otra empresa con la que tenga negocios la primera.
Por otro lado, también le dije a mi amiga que en cualquier momento podía hacer una petición a estas empresas para que dejaran de enviarle este tipo de información que no deseaba y que, además, estaban obligadas a que este proceso fuera sencillo y simple.
Mi amiga me hizo caso y ahora ha conseguido eliminar este tipo de e-mails de su bandeja de entrada. Después de lo ocurrido me ha comentado que pondrá más atención a la letra pequeña. Aún así nadie pueda asegurar que no vuelva a recibir estos e- mails, ya que también hay algunas organizaciones que no respetan la protección de datos.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

"Los robots domésticos"



En pleno siglo XXI, la mayoría de personas se sienten aquejadas de padecer estrés; éstas no soportan el continuo ritmo diario: trabajar, estudiar, practicar deporte, hacer la compra, ocuparse de los niños, etcétera. Se trata de una gran serie de actividades que no dejan un momento libre a los individuos para poder disfrutar un tiempo para ellos mismos. No es de extrañar, por tanto, que aún dejen menos tiempo para poder ocuparse de las tareas del hogar; algo que, al tiempo, les agrava su ya alto nivel de estrés.

Sin embargo, gracias a los nuevos y continuados avances en robótica y domótica ya se han creado varias clases de robots domésticos. Algunos de ellos están pensados para facilitar las tareas más rutinarias, mientras que otros están orientados al puro ocio y entretenimiento. Asimismo, también existen otras modalidades que se encargan de tareas relacionadas con la seguridad, de la atención de personas mayores o, incluso, de la vigilancia. Algunos de estos robots son los conocidos con el nombre de Roomba o Aibo.

Con todo, cabe decir que actualmente todos estos robots domésticos están fuera de nuestro alcance y además no se comercializan de forma masiva, con lo cual solamente nos queda esperar a que la tecnología siga evolucionando para así conseguir un nivel de vida mejor y un día a día exento de estrés y de malas vibraciones.

martes, 11 de noviembre de 2008

"El Castigador de banners"


En línea con mi habitual tono de crítica entorno a la gran cantidad de publicidad que recibimos actualmente sin que ésta sea deseada en la mayoría de casos, hoy he decidido hablar de “El castigador de banners”.

Se trata de un personaje que ha creado Yahoo! cuyo único propósito consiste en poder destruir todos los banners que aparecen en la pantalla de su ordenador. Para ello utiliza diversas técnicas, como por ejemplo, algunas llaves de “karate”, disparos en contra de cada uno de ellos y alguna otra forma disparatada muy propia del personaje en cuestión.

Además, otra de las posibilidades que ofrece este peculiar sistema es la de que el usuario que esté conectando pueda subir los banners que le aparecen a él en pantalla para poder destruirlos también. Sin duda, creo que ésta es una gran idea porque el usuario, al poder “personalizar” sus propios banners, es posible que también se sienta más cercano a esta peculiar campaña contra la publicidad, y más específicamente, contra las acciones y/o piezas publicitarias dentro de la red de Internet.

Como contrapartida, veo que en el fondo no se trata más que de otro ejemplo más de marketing viral y que, como tal, si los propios usuarios no se encargan de enviar esta información o de correr la voz sobre las acciones de este personaje, dicho programa no llegará a ser visto en más de unas pocas pantallas de ordenador.

Personalmente, considero que la idea es curiosa aunque quizás no esté del todo bien explotada ya que. básicamente, no es más que un pequeño juego en que los objetivos son banners de publicidad. Sin embargo, para juegos ya tenemos miles de carácter online en la misma red.

jueves, 6 de noviembre de 2008



Aún recuerdo mi viaje a Madrid, era mi primera visita a la ciudad y, como es lógico, no conocía nada de allí. Aunque llegué allí en avión tenía a unos familiares que no hacía mucho se habían mudado a la capital y disponían de vehículo propio. Como tampoco ellos sabían guiarse demasiado bien hacían uso de su GPS.

Pues bien, solamente sé que la mayoría de días que pasamos en esta emblemática ciudad estuvimos más tiempo en el coche que fuera de él. Sin embargo, los últimos días decidimos movernos en transporte público -básicamente en cercanías y en metro-, y conseguimos ver realmente Madrid.

Todo esto hace que me plantee algunas cuestiones: ¿Si, en teoría, el GPS sirve para guiarte por qué cuándo lo utilizas siempre te pierdes? ¿Por qué suele marcarte los caminos más largos? ¿Por qué te dan ganas de tirarlo por la ventanilla del coche cada vez que fallan las coordenadas?

Si buscamos una definición de GPS, podemos encontrar una como ésta: “Es un sistema de navegación global por satélite que permite determinar en todo el mundo la posición de un objeto, una persona, un vehículo o una nave, con una precisión de centímetros”. No obstante, en la realidad no actúa de una manera tan eficaz ni precisa.

Es evidente que el usuario de este producto – ya tenga un receptor en su automóvil, en su teléfono móvil, o en su PDA- ha de tener en cuenta la necesidad de actualizar este dispositivo con bastante frecuencia con la finalidad de evitar los errores mencionados anteriormente; aunque en muchos casos, no sea posible neutralizarlos.

Con todo, yo mantengo la postura de usar un mapa tradicional o de echar un vistazo a “Google maps” o incluso al “Callejero de Páginas Amarillas” antes de salir de casa. Ambos sistemas nunca me han fallado, y aunque tenga que dedicar un tiempo en descifrar el mapa, es tiempo que luego gano al no “perderme”.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

"Marketing Viral"


Como todos sabemos, el gran número de mensajes publicitarios que recibimos diariamente – sobretodo, en núcleos urbanos- hace que nos sintamos algo “colapsados” de información, al tiempo que las piezas recibidas pierden efectividad, puesto que no dedicamos demasiado tiempo en examinarlas, entre otras cosas. Es decir, actualmente nos encontramos ante una publicidad que “molesta” al usuario; ya que éste no la busca ni la desea.

Sin embargo, ciertos profesionales y grandes comunicadores han sabido ver más allá de los sistemas convencionales para ofrecer al público un tipo de publicidad muchos menos agresiva e imperativa. Dichos sujetos han percibido la necesidad por parte de las personas de que la publicidad sea interactiva, participativa, deseada, querida, compartida, democrática…, y han tenido todos estos términos en cuenta con el fin de crear un nuevo sistema de comunicación mucho más efectivo y popular entre el público, especialmente entre los jóvenes.

Hablamos del marketing viral; un tipo de comunicación que aprovecha las redes sociales creadas a través de las nuevas tecnologías, entre ellas Internet y la telefonía móvil para difundir un mensaje concreto que más tarde será conocido por el resto de personas por medio del sistema boca a boca. Sin embargo, este tipo de publicidad no se diseña con el fin de vender más, sino con la idea de conseguir un mayor conocimiento y aceptación de la marca así como algunos de sus nuevos productos.

Algunos ejemplos de este nuevo tipo de práctica de comunicación señalan la gran imaginación de los creativos al diseñar piezas que realmente no parecen contener un tipo de publicidad encubierta. Por ello, algunos de los mensajes creados con este fin aparecen bajo la forma de videoclips o juegos interactivos.

Todos recordamos el famoso videoclip del grupo “Hapiness” y su canción “Amo a Laura”, el cual apareció colgado en YouTuBe y fue pasando de usuario a usuario. Entre otras cosas, este video obtuvo tanto éxito gracias al hecho de que, en realidad, nadie sabía si este grupo era real o solamente se trataba de una simple broma. Más tarde, supimos que quién estaba detrás de todo esto era la cadena de televisión MTV.

Con todo, y gracias a este ejemplo, vemos cómo el marketing viral es capaz de crear y hacer patente una “necesidad de información” por parte de aquellas personas que no quieren quedarse fuera del grupo de los “conocedores”; es decir, se trata pues de aprovechar aquellos espacios hasta el momento inexplorados por la publicidad e insertar alguna pieza que llame la atención del público objetivo.

Por el momento, solamente queda esperar y ver qué evolución tendrá este nuevo tipo de comunicación que cada vez toma más terreno dentro del mundo de la publicidad gracias a su gran aceptación por parte de la sociedad.